martes, 1 de diciembre de 2009

Poema sobre los malos de las historias que escuchamos

El malo de la película

Se reconoce a sí mismo en las mañanas.
Aún en el sol, odia.

Sacándose el sombrero
frente al espejo
se saluda
Lavándose los dientes
se felicita.

Toma café con leche,
partiendo el pan,
sin recuerdos.

Duerme sin culpa,
sin anhelos.

Elabora rutinas malignas:
Caerá Juan, Pedro, María.

No añora,
No sufre insomnios.

Advierte
el hueco de la almohada,
y no recuerda.

Permanece en silencio
como la misma muerte.

Lilas
Buenos Aires 16/11/09

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